[b]Comunicado de prensa[/b]
[b]Investigador de FLACSO México, replantea cálculo de proyecciones de población para disminuir error y uso político de cifras [/b]
[b]México[/b]. A pesar de tener instituciones consolidadas en el estudio de las dinámicas poblacionales, el Estado mexicano no ha logrado planificar adecuadamente sus políticas públicas de salud, vivienda y educación con base en proyecciones demográficas, dijo el investigador Víctor Manuel García al participar ayer en el Ciclo de Conferencias 2012 de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede México [b](Flacso-México)[/b].
Al dictar la conferencia [i][b]“Las proyecciones de población como instrumento para la política pública”[/b][/i], el demógrafo comentó cómo éstas definen escenarios hipotéticos, que se calculan sobre cifras de mortalidad, fecundidad y migración, para reflejar lo que podría ocurrir en determinados países o regiones según ciertas circunstancias económicas, sociales o políticas. Estas proyecciones, refirió, se han convertido en importantes instrumentos de previsión para la distribución de recursos económicos y de insumos en el diseño de los presupuestos del Estado.
“En el pronóstico de las variables demográficas”, afirmó García, “sabemos que existe un factor de incertidumbre. Si el cálculo se queda por debajo de la realidad, hay problemas con la cobertura social de las personas, como sucedió en las estimaciones de los años 2000 y 2005.”
Las proyecciones de población permiten a los gobiernos hacer cálculos, por ejemplo, sobre cuántas vacunas se requerirán en el futuro según la tasa de natalidad; las necesidades de vivienda, o de servicios que deberán adecuarse al incremento de habitantes, o la cobertura educativa para determinadas regiones. Sin embargo, “estas cifras se concilian en la arena política”. Las proyecciones por lo general buscan ‘el mejor escenario’ y no se usan para prever las necesidades del país”, afirmó García.
Los gobiernos hacen uso de la información demográfica para evaluar sus logros: “se ponen estrellitas en la frente al dar a conocer las coberturas de educación o de programas sociales”, aseguró el especialista.
En el caso de México, “a pesar de contar con instituciones de la investidura del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y con una trayectoria histórica de recolección de información envidiable para muchos países de América Latina, hay muchas trabas para recoger información a nivel estatal y municipal”.
Aunque las proyecciones de población son la base para el diseño e implementación de mejoras en la calidad de vida, el investigador reconoció, que es importante un análisis constante de las metodologías y realizó, luego de seis años de investigación, un replanteamiento matemático de los modelos y las variables utilizados actualmente para disminuir el margen de error de las estimaciones, y así, evita que los cálculos se deriven en políticas equivocadas o insuficientes.
Al mismo tiempo, el especialista consideró que no es posible tener altos grados de certeza sobre las proyecciones pues existen factores anacrónicos y coyunturales que no pueden ser previstos, como es el caso de la crisis económica mundial de los últimos cinco años que ha provocado el regreso de miles de migrantes al país, “hecho que seguramente redundará en un incremento de la tasa de natalidad que no pudo preverse años atrás”, afirmó.
Al concluir, Víctor Manuel García, aseguró que en el 2050 “estaremos inmersos en un proceso de envejecimiento de la población mexicana” hecho que no se prevé porque no está en la visión de la política demográfica actual. “Los errores son cada vez mayores pues actualmente se trata más de un proceso político que demográfico, por eso el índice de error que está impactando a las poblaciones cada vez es mayor”, expresó.