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Conferencia: Impacto ético y social de la inteligencia artificial

La científica titular en el Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial (IIIA-CSIC), la Dra. María Vanina  Martinez, presentó este 5 de noviembre la segunda sesión perteneciente al Ciclo de Conferencias Sociedad y Futuro del Trabajo ante las Transformaciones Tecnológicas, nombrada Impacto ético y social de la Inteligencia Artificial.

En esta ocasión le acompañaron los profesores-investigadores, Mauricio I. Dussauge Laguna, coordinador de Investigación de la FLACSO México; Rodrigo Salazar Elena, coordinador del Laboratorio de Métodos (LabdeM) de esta institución, así como Nelson Florez Vaquiro y Graciela Bensusán, coordinadores de este cuarto ciclo de conferencias.

“El espacio de la Cátedra FLACSO México tiene el fin de dirigir el foco en temas relevantes, así como invitar a colegas de la institución, de América Latina y otras entidades, a debatir sobre los problemas públicos y con ello transferir el conocimiento generado alrededor de estos temas de vanguardia. Como institución queremos entender los riesgos, los sesgos, las ventajas, las oportunidades de la inteligencia artificial que se ven reflejadas en las sociedades, los gobiernos y las políticas públicas”, destacó Dussauge-Laguna.

Al respecto, la Dra. Martínez compartió su perspectiva técnica sobre qué se espera de los sistemas de inteligencia artificial, cuáles son los cambios y cómo estos ayudan a entender el mundo, como también, el impacto social que deja en todos los dominios de nuestra sociedad.

“Es importante mirar cómo adoptamos la tecnología. Hacer un uso crítico de estos sistemas y exigir la inteligencia artificial que necesitamos, para con ello, tratar de implementar un sistema adecuado que se apegue a la ética, a las leyes y a los principios básicos de la humanidad. No podemos olvidar que estas tecnologías se alimentan de datos que la misma sociedad produce, por lo que no es neutral y se genera a partir de los sesgos de quienes desarrollan y alimentan las bases de datos”.

La propuesta que hizo la investigadora para concretar que los sistemas adopten un comportamiento ético, fue la siguiente:

  • Generar confianza e inspeccionar los algoritmos y resultados de las bases de datos
  • Cuestionar el razonamiento y exigir estándares y certificaciones de garantía sobre las herramientas de las IA
  • Conocer los procesos de construcción al interior de estas tecnologías

Por su parte, el Dr. Salazar, a través de diversos ejemplos invitó a imaginar el futuro de la educación y su relación con las inteligencias artificiales y la ética, “la utilidad de las IA no está definida, lo que abre la puerta a repensar a través de procesos de experimentación hacia dónde va el aprendizaje y su evaluación”.