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A pesar de las reformas electorales, México no mejora en el Índice de Integridad Electoral

  • Presentan resultados sobre integridad electoral en el mundo
  • América Latina: ni los ciudadanos ni los políticos confían en las elecciones
  • Aunque se considera como el paradigma de la democracia, Estados Unidos es el país con menos confianza en las elecciones: Pippa Norris
  • Si los topes de campaña son bajos, hay más posibilidades de un mercado negro de dinero en la política

En las últimas décadas, México ha diseñado y aprobado reformas que intentan cubrir los cuatro rubros más importantes para enfrentar los problemas asociados al uso de dinero en la política y en las campañas electorales: financiamiento público, límites a donaciones, límites a gastos de campaña y reportes financieros de los partidos políticos.

Aún así, México tiene una calificación “reprobatoria” en el Índice de integridad de las elecciones según arrojan los resultados del Proyecto de Integridad Electoral (EIP) encabezado por Pippa Norris, profesora de las universidades de Harvard y de Sydney, y desarrollado en el país por los investigadores Irma Méndez y Nicolás Loza de la sede mexicana de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

Estos resultados de investigación se presentaron en el seminario “Financiamiento de campañas y resultados electorales: desafíos actuales a la integridad electoral nacional y sub nacional en países federales” inaugurado el día de ayer en la ciudad de Cancún, Quintana Roo y organizado por la Flacso México, la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. El seminario se realiza en el contexto del V Congreso Internacional de Ciencia Política convocado por la Asociación Mexicana de Ciencia Política (AMECIP) cuyos miembros participan activamente en el Seminario.

México no ha logrado frenar los principales problemas que atañen a la calidad de sus elecciones: “opacidad en las cuentas financieras de los partidos en los gastos de campaña, rebase en topes de campaña, uso de recursos ilícitos, uso de programas sociales con fines electorales, compra de votos y donaciones no reportadas”, explicó Irma Méndez.

La experta señaló que el país tampoco ha logrado erradicar “la aplicación selectiva de la ley, las sanciones bajas asociadas a la violación de la ley, y la carencia de un diseño funcional y una aplicación efectiva de las normas electorales”.

Méndez explicó que además de estos problemas resulta muy difícil controlar los topes para los gastos de campaña porque los costos están en función del mercado. “Los topes bajos incentivan ocultar el gasto, los topes altos posibilitan que llegue dinero sucio a las campañas, que incluso se lava en ellas y entonces sí aplica lo de dinero del narco”, afirmó la investigadora de la Flacso México.

“La capacidad de las normas para disuadir a los actores de violar la ley depende además de la fortaleza del estado de derecho, la efectividad de los órganos electorales y de las sanciones sociales ante las malas prácticas” dijo la experta. Al finalizar, la politóloga planteó que es necesario avanzar en la evaluación de la efectividad de las normas, en la valoración de resultados e impacto de reglas como los topes de campaña, la nulidad de las elecciones, para incorporar a la ley normas más efectivas.

“El dinero habla en la política como habla en los mercados”
Por su parte, al inaugurar el seminario en la ciudad de Cancún, Álvaro Rodríguez de la Vega representante de la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales (FEPADE) dijo que en 2018 habrá un cúmulo electoral que la fiscalía tratará de solventar en un nuevo contexto también judicial. “Nos tocará trabajar en dos vertientes en el sistema de justicia tradicional y otro con el nuevo sistema de justicia penal para darle solidez al sistema electoral mexicano”.

El magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Mondragón destacó la importancia de realizar seminarios como este para visibilizar los resultados de estudios tan trascendentales para las buenas prácticas como el que encabeza Pippa Norris y que incorporan la parte económica y de financiamiento.

“El dinero habla en la política como habla en los mercados. Si no se corresponde con los valores democráticos, el poder se va a a acumular en muy pocas manos y dejará de lado a quienes necesiten distribución del poder y mayor representación”, agregó.

Estados Unidos, el país con menos confianza en las elecciones
Durante la conferencia magistral, Pippa Norris investigadora de las universidades de Harvard y de Sidney y coordinadora del Proyecto de Integridad Electoral habló de las fallas que pueden explicar los errores de percepción sobre las elecciones y sus prácticas. En primer lugar, colocó a la educación; en segundo a las pautas partidarias; en tercero, a la división entre perdedores y ganadores; la intervención de los medios de comunicación; los valores populistas o autoritarios; y finalmente, la proclividad a ideas o explicaciones conspirativas.

Los resultados del estudio realizado en Estados Unidos exponen que las personas con mayores grados de educación suelen tener una mejor percepción de las elecciones, “en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos las personas con mayor grado de educación no percibieron que hubo un fraude electoral, mientras que las personas con menores grados de educación consideraron que sí hubo fraude electoral”, explicó Norris.

Norris aseguró también que la insatisfacción con la democracia incrementa las malas percepciones, y “Estados Unidos está en la cola de confianza electoral en el mundo”, ahondó la experta y continuó, una mala percepción empeora cuando se involucran valores populistas o autoritarios, mientras que una mayor atención y cobertura mediática de las elecciones disminuye una mala percepción de los ciudadanos en las contiendas.

 

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